Caminando por la espesura de mis sueños
me encontré con la soledad y el desconsuelo,
descubrí la felicidad mirando el azul cielo,
al final, sin tropezarme,
apareciéndose ante mi,
se reverenció amargamente el miedo.
Con sus ojos carmesí,
su sutil hedor hizo que echara a correr
e intentara despertar...
Sentí fallar,
sentí morir.
Lloré, grité,
inhalé y exhalé una profunda turbación,
esa falta de oxigeno
que me mordía,
y yo, solo yo corría.
Espesura aclarada,
entre luces abrió paso el sol,
mudando aquella carmesí pesadilla
a un tibio albar.
Saray Ramírez
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Hola Saray. ¿Acaso este poema es fruto de las clases de lectoescritura del PreUnal que estás cursando? Si es así, me alegraría mucho. Por otra parte: me gusta el poema en general, pero lo que no me encaja es la palabra "falencia". Yo pondría "falta" o "carencia", pero no falencia. Sigue escribiendo, no dejes de publicar. Abrazo :)
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